La acupuntura es un arte médica que nació en el seno de la filosofía tradicional china, en la armonía de los opuestos. Según estos preceptos el universo está formado por dos energías opuestas el ying y el yang.
El ying representa la quietud, lo frío, la tierra, lo húmedo, la mujer… y el yang la actividad, el calor, el cielo, lo seco, el hombre... El ying y el yang se asocian en contraposición en el universo y forman el Tao (Todo, el nombre innombrable, el concepto inabarcable) que los engloba y armoniza en su juego creador. Pero no es un equilibrio estático, sino dinámico: del yang nace el ying lo devora y se hace ying y del ying nace el yang lo devora y se hace yang, de forma que es un equilibrio eterno entre dos fuerzas contrapuestas que se generan la una a la otra. Esta armonía de las fuerzas forma el Qi, la energía vital que recorre el cuerpo. Esta energía circula por unos canales específicos, que son los meridianos, conductos reales, no imaginarios que unen puntos de acupuntura.
El ying representa la quietud, lo frío, la tierra, lo húmedo, la mujer… y el yang la actividad, el calor, el cielo, lo seco, el hombre... El ying y el yang se asocian en contraposición en el universo y forman el Tao (Todo, el nombre innombrable, el concepto inabarcable) que los engloba y armoniza en su juego creador. Pero no es un equilibrio estático, sino dinámico: del yang nace el ying lo devora y se hace ying y del ying nace el yang lo devora y se hace yang, de forma que es un equilibrio eterno entre dos fuerzas contrapuestas que se generan la una a la otra. Esta armonía de las fuerzas forma el Qi, la energía vital que recorre el cuerpo. Esta energía circula por unos canales específicos, que son los meridianos, conductos reales, no imaginarios que unen puntos de acupuntura.
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